Obispo envió carta para promover principios bíblicos


Reverendísimo Enrique Lago envió carta a las iglesias de la Diócesis, tras anuncio Presidencial por proyecto de matrimonio igualitario.

Concepción, 15 de junio de 2021

«A todos mis queridos hermanos de la Diócesis Anglicana del Sur de Chile, que la paz de Dios bendiga sus corazones y los fortalezcas para Su servicio.

Me he atrevido a escribir esta carta pastoral en vista de la declaración del señor Presidente de la República de poner suma urgencia para discusión en el parlamento del llamado “matrimonio igualitario”, un eufemismo para el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ante el calibre de esta medida que afecta las raíces mismas de la conformación de la familia humana, me parece adecuado afirmar algunas verdades eternas que Las Escrituras nos presentan.

Lo primero que quiero expresar es mi profunda tristeza y desazón al ver el comportamiento general de nuestros políticos y en este caso de la máxima autoridad de nuestra nación. Entiendo que el fin último de los políticos es alcanzar y retener el poder, pero en una sociedad democrática y occidental esa meta debe lograrse no a cualquier costo y menos aún traicionando las promesas electorales, por las que millones de personas votaron. Tenemos el deber de exigir a nuestros políticos por lo menos un mínimo de principios y uno de ellos es mantener la palabra empeñada.

Segundo, aunque en los últimos 50 a 60 años muchos de los valores en los que la sociedad occidental se ha basado han estado sistemáticamente socavado y puestos en duda, como cristianos reafirmamos el plan eterno y perfecto de Dios para la familia, donde Las Escrituras enseñan que el matrimonio es una asociación de por vida que une a una mujer y un hombre de corazón, mente y cuerpo, donde marido y mujer se enriquecen y se responden mutuamente, creciendo en ternura y comprensión. Es a través de esta unión que se forma una familia, donde los niños pueden nacer y crecer en un cuidado seguro y amoroso.

Como Iglesia Anglicana en el Sur de Chile, reafirmamos que este es el perfecto plan de Dios y no otro. Por lo demás los seres humanos no tenemos la autoridad para cambiar o trastocar los planes del Creador. En este sentido, vemos como un gran peligro que el Estado fomente cambios tan drásticos en la institución básica de la sociedad, en lugar de cuidar y proteger a la familia según la creación y también según la larga historia de la humanidad.

Tercero, esto de ninguna forma implica un tipo de homofobia o actitudes condenatorias hacia aquellos que tienen atracción por personas del mismo sexo. Creemos que es muy importante reafirmar públicamente que todos hemos pecado (Rom. 3:23) de una forma u otra y que todos necesitamos la obra salvadora y restauradora de nuestro Señor Jesucristo (Rom.3:24).

Por lo mismo nuestra identidad como creyentes se basa en la nueva vida que vivimos como hijos de Dios. Todos somos llamados a volvernos a Cristo, recibir su perdón y nueva vida, sin importar la etnia, género u orientación sexual. En este sentido, nos parece oportuno reconocer que la homofobia ha sido un pecado en parte de nuestra iglesia y es algo por lo cuál debemos arrepentirnos

Cuarto, en Las Escrituras, Dios ha planificado las relaciones sexuales sólo y exclusivamente dentro del matrimonio y por lo tanto aquellos que no está en él, son llamados al celibato. Agradecer a Dios por aquellos que están viviendo vidas fieles, plenas y piadosas como personas solteras mas allá de sus orientaciones sexuales, dándonos un ejemplo de amor a Dios y de respeto a Su voluntad.

Quinto, hacemos un llamado a todos nuestros hermanos a actuar siempre con respecto, cuidado y amor hacia todas las personas no importa cuál sean sus inclinaciones sexuales. Hacer diferencias de personas es no reconocer lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas y su perdón y restauración. No importa cual sea la condición del ser humano, Jesús es poderoso para transformarnos y cambiar nuestro corazón y pensamientos.

Sexto, hacemos un llamado a los legisladores de nuestro querido Chile a reafirmar los valores cristianos del matrimonio y comprometerse a cuidar y proteger la familia conformada por un hombre y mujer como base de una sociedad sana y estable. Hay en nuestra legislación actual herramientas que permitan proteger los bienes y propiedades de uniones diferentes al matrimonio tradicional.

Octavo, en el principio de los tiempos Dios mismo describió su plan para la familia humana: “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gén 2:24) por lo mismo, pedimos a todos nuestros hermanos en el Sur de Chile, un compromiso serio de oración por nuestras familias y por las familias que se van a conformar en los siguientes años para que podamos mostrar como nuestro Señor Jesucristo transforma vidas para que sean ejemplos de compromiso de amor, cuidado y respeto mutuo, creando un ejemplo sano y amoroso para los hijos.

Que Dios bendiga a Chile y guie a sus autoridades, para que vivamos quieta y reposadamente. Un abrazo cariñoso.

Enrique Lago Z – Obispo Diocesano